LA HABITACIÓN DE HOTEL
Preguntarán:
¿Quién es este turista
tan
indiscreto?
M.D.
SALUDOS
al amor el día en que llega, y el día en que muere, y el día en
que cambia de pareja en los hoteles. ¿Pierde con ello algo el amor?.
Nos tomaremos nuestro café en la tarde del jardín. Charlaremos de
nuestro desarraigo de exiliados en la cena. Y pasaremos a una
habitación para que dos extraños prosigan la búsqueda de una noche
de ternura, etcétera.
Olvidaremos
retazos de conversación sobre dos sillones, olvidaremos nuestros
cigarrillos, vendrán otros que prolongarán nuestra velada y el
humo. Olvidaremos un poco de sueño en la almohada. Vendrán otros y
se acostarán en nuestro sueño, etcétera.¿Y aún confiamos
nuestros cuerpos a los hoteles? ¿Y aún confiamos nuestros secretos a
los hoteles? Vendrán otros, proseguirán nuestro grito en la
oscuridad de dos cuerpos unidos, etcétera. Sólo somos dos números
que duermen en la cama común de los comunes, que dicen lo que
dijeron hace nada otros dos de paso por el amor. Y vendrá el adiós
aprisa. ¿No ha sido este encuentro demasiado rápido para que nos
haga olvidar a los que nos amaron en otros hoteles? ¿No habías
dicho tú antes estas mismas obscenidades a otro? ¿No había dicho
yo antes estas mismas obscenidades a otra en otro hotel, o aquí, en
esta misma cama?. Demos algunos pasos para que vengan otros y den los
mismos pasos, etcétera.
Mahmud
Darwix, De Cuatro direcciones personales,1986. (Poesía
escogida, Pretextos, 2008)