Israel Domínguez, (Cuba, 1973) |
OTRAS
CARAS LLEGAN AL HOTEL
Son las mismas de otros
años.
La permanencia del
invierno
en la vacuidad de las
preguntas,
el desenfreno que en los
ojos provocan
los soles de la Isla.
De nada serviría ayudarlos.
Que interpreten con moneda
dura
el buen servicio de mi
carro de equipaje.
Siempre existirá el
invierno.
Tiritando la vida
entre los hornos blancos.
***
LAS
MUJERES DE SILICONA
ponen sus pieles al sol
hasta quedar como lagartos.
Desean llevarse un
recuerdo
que les ayude a pasar
la próxima tormenta.
Entre luces y cócteles,
playas y sonidos,
buscan un romance de
verano.
Ya se marchan y escriben
direcciones.
Dicen adiós
y vuelven a llorar.
***
Sobre un fondo de arena
Bajo la sombrilla rústica
el hombre escucha a NG La
Banda:
De sus labios salta una
voz:
<<¡Blancuso!>>
Antes de ir a la playa
solía enrojecerme.
La burla de aquella
muchacha es tan dolorosa
como la incandescencia que
ha dorado su piel.
En el ascensor una turista
me pregunta:
<<¿Eres cubano?>>
<<1, 2 y 3, ¡al
agua!>>
continuamente repite mi
hija en la sala.
***
Cómo pude creer en
Andersen
Estaba equivocado:
no eran artificios de
Hollywood.
Ojos como el mar, o como
un campo de golf.
Rostros, cuerpos y
cabellos
para el rodaje perfecto de
un melodrama.
Se besaban, vacaciones en
una playa hermosa.
Cómo pude creer en
Andersen.
El cisne que cuando
pequeño rechazaban
rompe el hechizo y nos
revela:
Soy poeta, pero no confíen.
Lo espiritual puede ser un
camino
para conformarnos.
Como espíritu anclado en
un recipiente
deseo los cuerpos
hermosos.
(Dossier Leyendo el turismo, 3
Poetas. 2017)
Israel Domínguez*, Dirección contraria, Ediciones Aldabón,
Cuba, 2014