viernes, 3 de enero de 2014

El universo como discoteca. Poemas de Michel Houellebecq

Desde el proyecto "Leyendo el Turismo, 3 Poetas" presentamos una selección de poemas de Michel Houellebecq, autor francés nacido en la isla de La Reunión (1958). Extraídos cuidadosamente de su Poesía completa, detectamos en ellos la atmósfera de Turistneyland: la mirada del poeta transita en los entornos del ambiente turístico global. Este material es complementario a su texto "Playa Blanca", inspirado en la isla de Lanzarote, que ya incluimos en nuestro Dossier oficial.

En el tumulto de la vida, ser siempre perdedor. El universo como una discoteca. 
Acumular gran número de frustraciones. Aprender a ser poeta es desaprender a vivir.
Houellebecq

*
El poeta es aquel que se embadurna de aceite
Antes de haber usado las máscaras de supervivencia
Ayer por la tarde el mundo era dócil,
Soplaba una brisa sobre las radiantes palmeras

Y yo estaba a la vez en otra parte y en el espacio,
Conocía el Sur y las tres direcciones
En el cielo empobrecido se dibujaban estelas,
Me imaginaba a los ejecutivos sentados en sus aviones

Y los pelos de sus piernas, muy similares a los míos
Y sus valores morales, y sus amantes hindúes
El poeta es aquel, casi igual a nosotros,
Que menea la cola en compañía de los perros.

Me habría podido pasar tres años junto a la piscina
Sin llegar a distinguir el cuerpo de los veraneantes,
La agitación de los cuerpos atraviesa mi retina
Sin despertar en mí ningún vivo deseo.

*
Las turistas danesas deslizaban sus ojos de garza
A lo largo de la calle Des Mertyrs;
Una portera paseaba a sus caniches;
La noche prometía.

Atraídas por el haz de los faros
Algunas palomas paralizadas
Acababan su vida, exhaustas;
La ciudad vomitaba a sus bárbaros.

Decides distraerte,
La noche es cálida y húmeda.
De repente, el deseo de callarte
Te parte en dos. La vida angosta

Recupera sus derechos. No puedes más.
¿Cómo hace esa gente para moverse?
¿Cómo han todos estos desconocidos?
Te sientes solo, desanimado.

*
Los cuerpos apilados en la arena,
Bajo la luz inexorable,
Poco a poco se transforman en materia;
El sol quiebra las piedras.

Las olas lentamente palpitan
Bajo la luz miserable
Y algunos cormoranes pueblan
El cielo con su grito lamentable.

Los días de la vida son iguales
A gaseosas desbravadas
Días de la vida bajo el sol,
Días de la vida en pleno verano.


Michel Houellebecq


*
La Eternidad en pensión completa,
Descubrimiento individual de la región
Velada disco en que los cuerpos se compran,
Pero no se asegura nada para la noche.

Estoy en el sistema liberal
Como un lobo en un descampado,
Me adapto relativamente mal
Trato de no crear dificultades.

Algunas tardes, alimento la ilusión
De tener amigos en alguna parte
Es difícil de admitir:
Para vivir, es demasiado tarde.

Estoy en plenas vacaciones
Como un actor sin escenario,
Pero sé que los demás bailan
Y que se graban en vídeo.

*
Vuelvo a ver los ojos azules de los turistas alemanes
Que hablaban de la sociedad frente a un tanque de cerveza.
Sus <<Ach so>> reflexivos, un poco nerviosos pese a todo, 
Se cruzaban en el aire limpio, ocupaban varias mesas.

A mi derecha charlaban varios químicos amigos:
¡Nuevas perspectivas en síntesis orgánica!
La química pone contento, la poesía pone triste,
Habría que llegar a una ciencia única.
Estructura molecular, filosofía del ego
Y el destino absurdo de los últimos arquitectos;
La sociedad se pudre, se descompone en sectas:
¡Cantemos el aleluya por el retorno del rey!

*
La luz evoluciona más o menos sobre las formas;
Yo sigo acostado a ras de suelo.
Tendría que morirme o que ir a la playa;
Ya son las siete. Probablemente, ellos duermen.

Sé que estarán ahí si salgo del hotel,
Sé que me verán y que llevarán shorts,
Tengo un esquema del corazón. Cerca de la arteria aorta,
La sangre da media vuelta; será una hermosa jornada.

Muy cerca de las sombrillas, diversos mamíferos
Algunos de los cuales llevan correa y mueven la cola;
En la foto tengo aspecto de ser un niño feliz;
Quisiera tumbarme entre las umbelíferas.


Michel Houellebecq, Poesía, Anagrama, 2013.
(Traducción de Altair Díez y Abel H. Pozuelo)