martes, 19 de julio de 2011

Reseña de Antonio Arroyo Silva

Leyendo el turismo


"Ojalá  ese Turisneyland termine siendo un lugar de encuentro similar al que nuestros jóvenes poetas David Guijosa, Acerina Cruz y Samir Delgado ya han emprendido con ese entusiasmo, espíritu solidario y tesón".

Nuestro Archipiélago  siempre fue una tierra de tránsito. En ella bulle una cultura producto de un mestizaje cultural. Por aquí, girando y regirando los cronómetros de la historia y las bitácoras de viaje, después de los aborígenes, cuya cultura ha pervivido en muchas de sus manifestaciones artísticas y en la idiosincrasia del campesinado en cuanto al orden natural de las cosas, a pesar de los intentos de extirpación de los conquistadores, han pasado los europeos, sobre todo italianos, franceses, portugueses e ingleses. También África y América están muy presentes. Todos estos elementos se han fundido en algo singular que da como resultado una forma de ser y de pensar atlántica, y así la llamo, porque justamente por eso, y a pesar del aislamiento geo-político, no nos han hecho unos seres que niegan el mundo que nos rodea.

Sin embargo, actualmente las cosas han cambiado mucho desde los sesenta del siglo pasado y la actual globalización. El turismo ha vendido nuestra tierra a la especulación del suelo y a los dividendos de las turoperadoras. Como punto positivo hay un nuevo mestizaje. Por nuestras playas, avenidas parques naturales, junto a las voces de antaño se mezclan las lenguas, ese diálogo infinito pero humano que añade un elemento más a nuestro mestizaje. Seguramente en un futuro próximo el entendimiento entre las personas sencillas logre el equilibrio del entorno. Ojalá  ese Turisneyland termine siendo un lugar de encuentro similar al que nuestros jóvenes poetas David Guijosa, Acerina Cruz y Samir Delgado ya han emprendido con ese entusiasmo, espíritu solidario y tesón.

Antonio Arroyo Silva (Enlace al blog http://esquinaparadise.blogspot.com/).