Wislawa Szymborska (1923-2012) Premio Nobel de Literatura Fotografía de Kim Manresa |
Todo es
mío y nada me pertenece
nada
pertenece a la memoria,
todo es
mío mientras lo contemplo.
Las
diosas, apenas recordadas,
corren el
riesgo de perder sus cabezas.
De la
ciudad de Samokov sólo queda la lluvia.
la lluvia
y nada más.
Desde el
Louvre hasta la uña
París se
entela.
Del
Bulevar Saint-Martin queda una escalinata
que
conduce a la difuminación,
y, de los
puentes de Leningrado,
sólo, y
con suerte, uno y medio.
¡Pobre
Upsala,
con ese
trocito de su imponente catedral!
Desdichado
bailarín de Sofía,
cuerpo sin
rostro.
Primero,
su rostro sin ojos,
después
sus ojos sin pupilas,
y las
pupilas de un gato, luego.
El águila
caucasiana sobrevuela
un
desfiladero reconstruido,
y el oro
sin ley del sol
y las
piedras falsificadas.
Todo es
mío y nada me pertenece
nada
pertenece a la memoria,
todo es
mío mientras lo contemplo.
Inagotable,
inabarcables,
peculiares
por una hebra,
un grano
de arena, una gota de agua:
paisajes.
Imposible
ni de una briza retener
una imagen
completa.
Un saludo
y un adiós
en una
sola mirada.
Y un solo
movimiento del cuello
para lo
que sobra y lo que falta.
Wislawa Szymborska, “Paisaje con grano de arena”,
Lumen (1997)
Dossier Leyendo el turismo (2018)